De la grandeza del otro

Es quizás en las épocas de trabajo en las que más soy consciente de que me encuantro en los demás...de lo importante que son las personas en el avance del camino, de lo importante que es hablar y escuchar. En esos momentos fugaces de biblioteca, en el que me permito un café y el tiempo pasa rápido como la felicidad del que se compra un coche. O en esas noches en el beers, o en esas fiestas extrañas donde conozco gentes extrañas...fiestas paganas en las que me doy cuenta que Dios está en todas partes, incluso en los que no creen, y que para encontrarlo no solo es necesario buscar en uno mismo, sino también en los demás. Me regocijo al sentir la acogida de la opnión propia en el otro, me abre la mente oír el pensamiento distinto por completo, y me da la posbilidad de cambio propio y ajeno el descubrir opiniones iguales pero con matices o diferentes pero iguales, que dan lugar a la lucha hemenéutica y fraternal. Seguiré zambulléndome enlas aguas oscuras de los corazones ajenos y sintiendo el amor metafísico que en el nadar me invade.