LA VÍA VERDE,


Este puente he podido disfrutar de un agradable paseo por la vía verde. Ha sido para mí ilusionante poder comprobar que aún queda Huerta en Murcia, por desgracia la carretera que recorro casi todos los días es esa que tiene por un lado el nombre de Polaris, y por el otro el de Mosa Trajectum, y me habían hecho ya temer que la huerta del Segura no estaba en peligro, sino muerta y enterrada...

Paz es lo que se respiraba entre los limoneros y los almendros, y facilidad para recuperar, si quiera un poco, el sentido de vivir. El CO2 de los coches y los escaparates del Corte de Ingles no suelen despertar mi optimismo, sólo mi estrés. Supongo que el que deba de agacharse a coger tomates, o el que tenga que tirarse unas cuantas horicas cogiendo los limones que a mí tanto me gustan, el huerto, más que paz, debiera ser también estrés...pero creo que el estrés en la huerta es mucho más llevadero, siempre que no sea es que tiene que ver con la diferencia entre lo que le pagan a uno por los limones y lo que se forran cuando me los venden a mí en el mercado...

Muchos creyentes tenemos miedo de que, con la ruptura de la familia tradicional, se pierda en el olvido el diccionario para entender el Evangelio (son claves referencias familiares como Dios Padre o el Hijo pródigo...) pero, cuidado, que si nos cargamos la huerta y el pastoreo nos cargamos todas las parábolas cristianas...¿Cómo explicar la parábola del sembrador a un niño que cree que los guisantes y el maíz crecen en el Mercadona?

Creo que hay que recuperar la Huerta y creo que hay que educar la vista y el oído en el verde de los campos y no sólo en el verde de las letras del Corte de Ingles...pero desde luego hacer la Vía Verde es casi una osadía...apenas hay albergues, y la infraestructura deja mucho que desear, por eso propongo:

-Fomentar la vía verde como un refuerzo para revitalizar la economía rural.
-Incentivar las excusiones desde los Institutos para que los y las estudiantes conozcan la Huerta y no pierdan unos conocimientos tan básicos como aquéllos de los que depende su alimentación.
-Hacer más evidentes las señalizaciones e indicar el sentido de cada cartel (qué flechas van a Caravaca y cuáles van a Mula).
-Convertir las estaciones abandonadas de tren en pequeños albergues juveniles o, en su defecto, refugios para peregrinos.
-Replantar a los lados de la vía árboles que se adapten al terreno para conseguir sombras y aumentar el número de árboles en la Región.

¿Pero esto sale rentable? Pregunta el del gobierno...y pregunto yo ¿Acaso nos sale rentable usted?
¿Pero esto da dinero? Preguntará el avispado concejal o consejero...Vida que busca ser adinerada, es vida al vacío condenada.

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