Sobre Nietzsche y el Chill Out

Acabo de llegar de uno de esas modernas terrazas de Chil Out, y mientras contemplaba extasiado el fluír tintineante de las velas, que danzaban en la penumbra al son del agua que caía sobre sí misma permitiéndose el antinatural lujo de cambiar de color,pensaba de dónde ha surgido esa nueva tendencia...hasta que me he dado cuenta, no sin antes haberlo meditado en más de una ocasión, que son el suplente espiritual, los nuvos templos de una sociedad laica, profana, alérgica a todo lo que huela a religioso. Con el avance extravagante y colonizador de la New Age, que ha intentado recobrar un atisbo de espiritualidad en el hombre, dirigiendo la mirada a oriente, y tirando del eclecticismo panhumanista, mezclando en la misma tinaja, psicología positiva, pensamiento hindú, mística cristiana, medicinas alternativas, filosofía budista, meditación trascendental...mezclando de esta manera lo mágico y lo culnario, el ajo con lo extraordinario...Así es como estos locales se han convertido enlos nuevos templos espirituales para occidentales sin alma ni creencias, para ejecutivos estresados y pijos desanimados...La estética budista que mezcla velas, agua, y piedras redondas, incómodos taburetes y sofás disfrazados de modernidad, pasan así inadvertidos a los ojos de los no iniciados. La búsqueda ni siquiera es ya la iluminación personal, hemos cambiado la verdad por el placer, y pagamos 20 euros por un cubata en este nuevo templo del hedonismo. Buscamos los nuevos ateos la verdad ahí fuera, nos aferramos inconscientes a la sabiuría de Oriente y renunciamos al pensamiento derivado del cristianismo...preferimos la iluminación personal, antes que la entrega comunitaria...quizás ya no sea para este mundo la doctrina de Jesús de Nazaret...quizás ya han dejado de interesarnos los pobres.