¿Es Dios Intervencionista?



En una época en la que está muy vigente hablar del Estado y de la Banca, me pregunto si Dios será liberal o socialista. ¡Qué gilipollez! Dirán algunos...pues sí, es posible. Mientras los Gobiernos hinchan a dinero de nuestros impuestos los Bancos que jugaron con dinero de nuestro trabajo...dinero que a su vez vendían para que compráramos cosas que no necesitábamos (bueno, en realidad nos vendían nuestro propio dinero de las nóminas de nuestros empleos, mientras especulaban por otro lado con terrenos y acciones)..en fin, que mientras pasa eso no puedo dejar de pensar si Dios sería liberal o socialista, respecto a su propia Creación.

Los liberales piensan que cualquier intervención del Estado en la economía es un error, ya que el Mercado se autorregula sólo...los socialistas (los de antes, que me parece que ya no existen) sin embargo veían necesario una intervención y un control del Estado sobre el Mercado, para evitar grandes desigualdades o catástrofes financieras. Supongo que lo que tenemos hoy es un intento mixto, que algunos llaman Economía Planificada.

Bien, si Dios es el Creador de este Mundo infinito, ¿hasta qué grado es intervencionista? A fin de cuentas es fácil encontrar velas encendidas en las Iglesias que imploran el favor divino...laureles bajo santos en los negocios, medallas y estampitas en los exámenes finales y cruces que cuelgan en los retrovisores de los coches. ¿Qué sentido tiene todo eso si Dios no interviene en esta realidad? Por otro lado, si Dios es la causa última de lo que sucede en nuestra vida ¿Acaso no podríamos tacharlo de sádico y sanguinario? Eso supondría que está detrás de los tsunamis, los terremotos, las explosiones nucleares y los accidentes de avión. ¡Difícil entonces creer en un Dios Amor, a menos de que su torpeza sea tan infinita como su existencia!

Bien, entonces ¿en qué quedamos? ¿Dios es un Padre incompetente o es un sádico asesino?

Cuando Dios hizo el Mundo le dio autonomía...unas leyes físicas que no dependen de forma directa de Dios (como el Mercado, la creación tiene su propia autonomía, aunque a veces tenga retortijones). En el centro de esa obra autónoma puso al Hombre. Al hombre a su vez le dio autonomía para relacionarse con el Mundo y para actuar en él. Si algo es fundamental en Dios es que nos hace Libres. Dios nos hace Libres incluso para negarle. Dios no interviene directamente en el funcionamiento de su Obra, y su responsabilidad no va más allá de ser el amoroso fabricante. La másxima intervención que hizo Dios en su Obra fue la de bajar a explicarnos que vivir en mayúsculas es sinónimo de Amar. La clara evidencia de que Dios no es liberal la tenemos en el momento en el que le dicen en la Cruz: "¿No eres el Hijo de Dios? pues sálvate a tí mismo". No lo hizo...murió en la cruz. Pero murió en una cruz porque otros lo crucificaron.

Sin embargo Dios tampoco es intervencionista, al menos no es socialista puro. Su forma de intervenir en su Obra no es a través de acciones concretas, medidas o restricciones. Él se hace presente a través de su Espíritu Santo...y el Espíritu entra en el Hombre haciéndolo más Hombre, y por tanto más Dios. ¿Cómo? Sí,quiero decir que Dios no estudia por nosotros, no hace que nuestro negocio funcione, dudo incluso que habitualmente intervenga para que las personas se curen de enfermedades o se salven de accidentes. Dios no altera la autonomía de su obra ni interfiere con la Libertad del Hombre...pero sí le da al Hombre inteligencia, consejo, piedad, ciencia, temor de Dios, sabiduría y fortaleza...

Dios no nos manda problemas, enfermedades ni huracanes, posiblemente tampoco nos libra de ellos. Sin embargo sí nos ofrece la inteligencia para evitarlos, la fortaleza para enfrentarnos a ellos, la piedad para acompañar a los que sufren...Dios no cambia la realidad directamente para darnos una vida sin problemas, sino que cambia nuestras vidas y nuestra forma de enfrentarnos a la realidad. Aún no hemos superado nuestra frustración infantiloide y casi edípica (como le pasó a los judíos de entonces), aún nos cuesta ver que el Reino de Dios, de Paz y de Justicia, no viene dado por un mesías, sino que el Mesías es el camino para que nosotros construyamos el Reino de Dios.


En fin, la crisis, la pobreza, la reforma laboral, el paro...nada de eso es cosa de Dios. Sin embargo Dios nos llama a estar con el parado, a luchar para acabar con la crisis y a que las reformas laborales sean para el bien del Hombre y no para el bien de algunos hombres. Es difícil hacer pastoral sin hacer política, al menos si entendemos que la política es incidir en los problemas sociales...mientras nos dediquemos más al incienso que la acción social(desde el amor, no desde la ideología ni los colores), estaremos convirtiendo a Jesús de Nazareth en un Dios amordazado y de manos atadas...Sus manos, su boca y sus piernas son las nuestras. Si Dios se hubiera callado ante la injusticia nunca hubiera muerto en una cruz.

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