Dinero para el aire, o de cómo nos la metieron

En un par de semanas cumplo un cuarto de siglo...se dice pronto. Hace diez o quince años me vendieron que mi esfuerzo tendría recompensa. Después, mientras mis compañeros se dejaban los estudios y ganaban 3000 euros al mes, yo pasaba tristemente mis semanas con 20 euros que no me pertenecían, y estudiaba mientras compatibilizaba mis obligaciones de estudiante con las de ciudadano activo: asociaciones de estudiantes, parroquia...

Toda una vida estudiando, formándome, buscando con ahínco una vocación que diera sentido a mi existencia, anteponiendo el ser al tener. Ahora, terminada mi carrera, y esforzándome por pagar un máster que me lleva a ningún sitio y me cuesta más de lo que tengo (y el año que viene más aún), me quieren vomitar de un sistema que detesto y del cual dependo. Quería estar preparado, pagar mis impuestos, ayudar a los demás, cooperar para que este país progresase...Pero tras años de formación, la mayoría de veces sin beca, sin dinero para el ocio y con un horizonte que da risa, no salgo preparado sino pre-Parado. 

Un cuarto de siglo de esfuerzos, gastando mi dinero en libros en vez de en cocaína. Ahora mi realidad lucha con mi reloj biológico, y los políticos que me engañaron en el pasado, me roban también el futuro. No le importo a nadie, porque no soy productivo, sé demasiado, y estoy demasiado formado. Mi generación vive, con suerte, bajo el auspicio de sus padres, y mientras seguimos estudiando, nos quitamos formación del curriculum para optar a un trabajo de mierda. 

Antes de cumplir los 25, me amenazan de muerte con la amnesia ciudadana. Mi banco me dice que tiene que empezar a cobrarme por tener un dinero con el que especulan cuando les da la gana. El político imbécil me dice que si no he cotizado no tendré seguridad social. El polideportivo me dice que ya no puedo pagar la misma cuota que mis padres, por lo que mi carné queda invalidado... No valgo porque no produzco, y no produzco porque me vendieron que había que formarse para ser un buen ciudadano. Me quieren cobrar por respirar, y no tengo dinero para pagar el aire. Por estudiar en vez de trabajar, estoy condenado. Por estudiar en vez de poner ladrillos, no tengo derecho a enfermar, ni a hacer deporte, ni a tener tarjeta de débito. Estoy desahuciado, en una frontera en la que no me vale el carné joven ni la tarjeta del paro...y en la que ni siquiera puedo permanecer en estado de letargo hasta la jubilación, porque Dios sabe si habrá. 

La culpa es mía, claro, por vivir por encima de mis posibilidades...y apuntar demasiado alto. Ustedes pueden seguir poniendo parches a un sistema económico marchito, que sólo genera ciegos y más pobreza. Un estado del bienestar que genera el malestar de una mayoría silenciada... Pero tengan cuidado, porque hasta las larvas de este sistema podrido y precario empiezan a estar descontentas. Y las colonias nos enseñaron que los hijos del sistema son los más dispuestos a acabar con su Padre...un Complejo de Edipo social que empieza a vislumbrarse como necesario. 


Comentarios

  1. GRACIAS,GRACIAS Y MIL VECES GRACIAS POR ESTE BLOG

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  2. De nada, de nada y de nada mil veces...porque para mi es una necesidad hacerlo.

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