El cerdo que hay en ti...

Ciertamente, España es un país de chorizos. Nos indigna a día de hoy la corrupción, clamamos al cielo, aunque no hacemos casi nada para que las cosas cambien. Pues bien, he de decirlo, antes de ser chorizo, el chorizo fue cerdo...

Si bien es cierto que el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente, no creo que el poder (al menos sólo el poder o los cargos) vuelva a nadie algo que no era ya en esencia. Eso me recuerda a los gays reprimidos que se enfadan con algún amigo porque le sacaron del armario, como si ser maricón fuera contagioso...sacando la responsabilidad y expulsándola en el otro porque lo propio es intolerable, inaceptable.
Pues bien, creo que eso a veces hacemos con los políticos. Entiéndanme bien, claro que esto está lleno de chorizos y sin vergüenza, pero esos chorizos vienen de base, crecen en los partidos desde lo más larvario...esos chorizos, esos políticos y banqueros corruptos sólo robaron más dinero porque tenían más dinero que robar. Sin embargo, dentro de cada uno de nosotros hay un chorizo y un cabrón en potencia. Todo lo que odiamos de nuestros políticos, habla de lo que somos nosotros mismos...

Nos escandaliza que evada impuestos, que se apropien del dinero de todos, que se vayan de viaje, coman cigalas o se compren un chalé...nosotros si podemos, pasamos al tren sin pagar el billete, comemos sin hambre y con ansia en los woks y los bufetes, cobramos en negro y pagamos en negro...
Nos escandaliza que en los ayuntamientos, se den subcontratas a dedo a empresa de amigos, subvenciones a empresas donde hay intereses de alcaldes y concejales...nos escandaliza el enchufismo pero estamos deseando que nos enchufen a nosotros y a nuestros hijos.
Algunos se escandalizan de las historias de cuernos y prostitutas pero es imposible que tanto putclub se mantenga sólo con los cuernos de las señoras de alcaldes y caciques.
Ellos borran sus movimientos bancarios, nosotros borramos el porno de nuestros historiales
Los parlamentarios no van a trabajar, y cuando van no se escuchan, se gritan, no son capaces de llegar a un acuerdo en nada....nosotros no vamos ni a las reuniones de vecinos, y si vamos, no nos escuchamos, gritamos, y no nos ponemos de acuerdo ni en qué trozo de escalera hay que fregar.
Hay imbéciles que piden la independencia al mismo que le piden dinero, como hicimos nosotros con nuestros padres...y ahora con nuestros jefes.

En fin, los chorizos que nos gobiernan, antes de ser chorizos fueron cerdos...y nosotros comemos cerdo, al menos, cada cuatro años. El problema de este país, no es sólo político, es antropológico. Sus vicios son más fuertes sólo porque están sentados más alto, pero sus robos, fraudes, tramas, negocios sucios a gran escala...tienen la misma raíz que nuestros robos cotidianos. Hay un gran cerdo dentro de cada uno de nosotros, la diferencia es que algunos cerdos se quedan rebozándose en la mierda de la porqueriza (donde cagamos todos) y otros se convierten en chorizos. Quizás tienes envidia, porque querías ser chorizo, y te quedaste sólo en cerdo...

Lo que nos hace un país corrupto y en crisis no son sólo las políticas que vienen "de fuera", son los vicios y egoísmos que vienen desde dentro. Sin ciudadanos íntegros no puede haber políticos íntegros...quizás no pueda influir cada día en las grandes decisiones que toman en la moncloa o en Alemania, pero sí puedo influir en las pequeñas decisiones que tomo cada día yo, y que me hacen cada momento ser un poco más humano, o ser un poco más cerdo. Pero, por favor, dejemos de cagarnos dentro mientras nos quejamos del mal olor.

¿No veis que lo que entra por la boca pasa al vientre y luego se expulsa en el retrete? En cambio, lo que sale por la boca brota del corazón; y eso sí que contamina al hombre. Pues del corazón salen pensamientos malvados, asesinatos, adulterios, fornicación, robos, perjurios, blasfemias. Esto sí que contamina al hombre y no el comer sin lavarse las manos
Mt 15, 17-19


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